El gobierno provincial a cargo de Gustavo Melella quedó en evidencia una vez más por no poder gestionar de manera adecuada. En este caso, ante el incendio de la Reserva Corazón de la Isla.

El incendio (que aún no se sabe si fue o no intencional) data del 30 de noviembre. Al día de la fecha de quemaron 6.500 hectáreas. La ineficacia en la gestión por parte del gobierno provincial, sumado al viento incesante de la zona hace que día a día el fuego se vuelva más incontrolable.

Día tras día se comparten en redes sociales imágenes desesperantes de lo que el incendio está malogrando en cercanías del Corazón de la Isla. La información oficial es poca y, más allá de que aseguren que más ayuda llegará, el fuego avanza minuto a minuto y la situación es desesperante. Con los copiosos antecedentes en la provincia respecto a incendios forestales, la actual gestión nunca preparó equipamientos ante un nuevo desastre para el medio ambiente fueguino.

El gobernador de la provincia, Gustavo Melella, mientras tanto no se asoma ni a la ventana. Su silencio refleja la falta de liderazgo al frente de una gestión ineficiente.

La propaganda, para desgracia de Melella y los suyos, no puede tapar lo que sucede en la realidad: “somos los que vinimos a hacer”, “somos los que hacemos una provincia pujante”, “somos…” se quedó detenido en el eslogan que no supera la ficción del relato del gobierno provincial.