En los últimos días, el continente europeo se encuentra en alerta por la aparición de un increíble virus que, aseguran, convierte a las palomas en «zombies». La propagación se registró en Reino Unido, donde se investigó a los animales locales por esta extraña enfermedad.

Su contagio genera que el comportamiento de las aves cambie, apenas se activa en su sistema inmune. Consecuencia de ello, los ejemplares pierden peso y deambulan, totalmente perdidos.

Después de la pandemia de Covid-19, de la que aún hay desconocimiento sobre sus orígenes, la detección de la enfermedad generó miedo en la ciudadanía, ya que todavía no se sabe si puede afectar directa o indirectamente a los humanos.

El sitio veterinario «Bird Exotics» explicó que el riesgo es alto, porque “el virus no responde al tratamiento, aunque la atención de apoyo de un profesional puede reducir la gravedad de la enfermedad y aumentar las posibilidades de supervivencia”.

Por el momento, este virus no ha llegado a los humanos con tanta virulencia. Solamente se ha detectado que puede provocar conjuntivitis en aquellos que manipulan a las aves enfermas, pero se mantiene el seguimiento epidemiológico.

El foco infeccioso fue registrado en Jersey. Sin embargo, el riesgo de que esta enfermedad se propague por Europa preocupa a las autoridades.-

El virus afecta al sistema nervioso de las aves, dándoles aspecto de "palomas zombies".-

En los últimos días, el continente europeo se encuentra en alerta por la aparición de un increíble virus que, aseguran, convierte a las palomas en «zombies». La propagación se registró en Reino Unido, donde se investigó a los animales locales por esta extraña enfermedad.

El foco infeccioso fue registrado en Jersey. Sin embargo, el riesgo de que esta enfermedad se propague por Europa preocupa a las autoridades.

Su contagio produce signos neurológicos con torsión del cuello y rigidez de las alas, en la que quedan quietos y vivos. Por eso, se asocia a “zombies” o “palomas zombies”, haciendo referencia a los “muertos vivos”.

El ave queda con el cuello torcido y empieza a perder peso; además la afectación neuronal provoca que no puedan volar: lo hacen en círculos y de forma totalmente errática. También las heces verdes son uno de sus síntomas, a poco de contagiarse la enfermedad.