La Anónima hace punta en Ushuaia con cajas de autocobro

Patagonia – SAyEP – se posiciona a la vanguardia del empleo de la tecnología para agilizar las experiencias de compra, particularmente las de pocas cantidades de productos.
Diario Prensa Libre dialogó con María Cristina Mongi, gerente de la sucursal en donde se implementaron las terminales de autocobro, quien informó al respecto que “este método lo viene trabajando La Anónima en otros locales del resto del país hace tiempo y ahora fue el turno de Ushuaia. Por el momento solo se encuentran las autocajas en una sola sucursal, la ubicada en Perito Moreno 1550, pero con la posibilidad de que a medida que pase el tiempo, puedan sumarse según la aceptación de los clientes, las demás de Ushuaia, Río Grande y Tolhuin”.
orientar al cliente ante cualquier duda”.
Precisamente sobre la asistencia humana, María Cristina explica que “siempre en ese sector del salón los clientes van a encontrar personal especialmente capacitado para socorrerlos ante cualquier duda. Nos interesa mucho enseñar a utilizar esta nueva forma de pago porque redunda en beneficio de quien entra, compra algunas cosas y quiere retirarse rápidamente, sin tener que esperar en las colas de los cajeros tradicionales. Los auxiliares están también para ayudar si el cliente se equivoca al fichar algún producto, si escanearon alguno de más o si tienen que sacar algún dispositivo plástico de las prendas de vestir”.
Consultada la gerente acerca del impacto de la automatización en los puestos de trabajo, aclaró María Cristina Mongi que “la incorporación de las máquinas y del nuevo sistema de auto cobro no implica en absoluto ninguna reducción de personal. Esto es así porque pretendemos que nuestros clientes tengan a disposición un servicio más sencillo y ágil en toda su experiencia de compra, para lo que indispensablemente estamos cada uno de nosotros, desde nuestros puestos, atentos para que así ocurra”.a tal efecto.
Quienes deseen optar por el sistema de autocobro deberán ir exponiendo el código de barras impreso en cada producto delante de un ojo láser. En la pantalla aparecerá de qué mercadería se trata, la cantidad y el precio. Al terminar el escaneo de la totalidad de la compra, se presiona la opción de pago elegida – tarjeta de crédito, débito o efectivo – y se cargan los datos del plástico. Si se elige pagar en efectivo se deberá avisar a un empleado. Luego la máquina extiende los comprobantes del pago realizado y uno de ellos debe ser entregado al asistente.
Cabe destacar que todo el sector cuenta además con cámaras de alta definición que registran, controlan y filman los movimientos, a fin de evitar que algún pícaro intente burlar la tecnología escaneando una menor cantidad de productos que la que realmente lleva.
Merece destacarse además la amabilidad del personal capacitado para operar en las flamantes terminales, pacientes y didácticos a la hora de enseñar los aparatos que prometen a la clientela acortar el tiempo de permanencia en el salón, una vez que ya se efectuó la compra.